ESPAÑA.Córdoba en el mundo mundial
La semana pasada el presidente Obama hablaba de Córdoba y hacía referencia a la etapa del Califato poniéndolo como ejemplo de concordia y tolerancia en el mundo musulmán, declaraciones que incluyó en su discurso dirigido al mundo árabe en la ciudad del Cairo. Sin entrar en el fondo de la cuestión, es indudable que la referencia hecha por el más importante mandatario político del mundo actual a esta ciudad supone un motivo de satisfacción y debe animarnos a coger el impulso necesario para trabajar para colocar a Córdoba en el lugar que se merece.
La referencia hecha a Córdoba, los segundos que el presidente Obama dedicó a esta ciudad, valen muchísimo más que todo el esfuerzo dedicado en estos últimos años para promocionar Córdoba con motivo de la ppción a ser capital europea de la Cultura en el dos mil diez y seis.
La noticia corrió por toda la ciudad la tarde del jueves pasado y en todos los sitios y en todos los lugares se hacía referencia a ello. Aquel día tuve la oportunidad de dar un paseo por el Barrio de San Basilio y recalar por la noche en la Taberna de la Viuda, ubicada en pleno corazón del Alcázar viejo a escasos metros de la Judería, una taberna típica cordobesa donde se puede degustar las más sublimes tapas, realizadas con la mejor materia prima, y poder catar los mejores caldos de la zona de Montilla Moriles.
Alrededor de una copita helada de buen vino de montilla y saboreando una tapita de Tomate de la Viuda y mientras nuestro amigo Juan Antonio Sánchez de la Torre hacía las delicias para con nuestros oídos interpretando al piano el concierto de Aranjuez , con motivo de las animadas noches de los Jueves en la Taberna ,en animada tertulia con el encargado y dueño del lugar, nuestro amigo Francisco Rosales, íbamos resaltando la importancia que tenía que el mismísimo presidente de los Estados Unidos hubiese tenido esa referencia para Córdoba, además en unos momentos tan interesantes por la candidatura de la Capitalidad cultural. Recordábamos la alusión que en su día otro presidente como Clinton hizo sobre los atardeceres en la vecina ciudad de Granada y la repercusión que aquel comentario tubo y como se aprovechó para dar un impulso importante en la actividad turística para aquella ciudad.
Recordé ante mis contertulios que estaba leyendo el libro «El médico de Córdoba» del autor Herbert Le Porrier, una maravillosa joya de la literatura y sin duda la mejor biografía de Maimónides. La historia transcurre en Córdoba en el siglo XII, capital califal de Al-Andalus, una ciudad de calles pavimentadas, de magníficos jardines y con una de las universidades más reputadas del mundo medieval. En ella convivían tres culturas, la árabe, la cristiana y la judía. Relata el libro los recuerdos de este médico, filósofo y teólogo y sobre todo sabio siendo una de las figuras esenciales de la historia del pensamiento. En el primer capítulo hace una descripción interesante de la Córdoba de la época. Contaba que hubo en Fez un coloquio muy importante que reunió a numerosos sabios del mundo conocido. El tema a tratar era designar la tierra más propicia para la dilatación del ánimo humano. La disputa fue áspera y duró varias decenas de días. Cada uno de los doctores argumentó al principio a favor de su país, luego de Grecia que, durante mucho rato, fue la favorita; pero Persia, el reino de Damasco, Samaria y las orillas del Jordán, el bajo Egipto, Provenza e incluso la villa de París guardaron sus posibilidades de victoria hasta el final. Pero fue Andalucía quien ganó la votación final, un lugar de armonía conjugada entre la naturaleza y el hombre y cuya perla era Córdoba.
La semana pasada Córdoba cogió un papel de relevancia y fue objeto, como la que yo tuve la noche del jueves pasado de conversación en muchos lugares y en muchos países, no perdamos la oportunidad de recordar el papel de Córdoba en la historia de la humanidad, una ciudad en el centro del mundo mundial.
FUENTE: http://www.abcdesevilla.es/
La referencia hecha a Córdoba, los segundos que el presidente Obama dedicó a esta ciudad, valen muchísimo más que todo el esfuerzo dedicado en estos últimos años para promocionar Córdoba con motivo de la ppción a ser capital europea de la Cultura en el dos mil diez y seis.
La noticia corrió por toda la ciudad la tarde del jueves pasado y en todos los sitios y en todos los lugares se hacía referencia a ello. Aquel día tuve la oportunidad de dar un paseo por el Barrio de San Basilio y recalar por la noche en la Taberna de la Viuda, ubicada en pleno corazón del Alcázar viejo a escasos metros de la Judería, una taberna típica cordobesa donde se puede degustar las más sublimes tapas, realizadas con la mejor materia prima, y poder catar los mejores caldos de la zona de Montilla Moriles.
Alrededor de una copita helada de buen vino de montilla y saboreando una tapita de Tomate de la Viuda y mientras nuestro amigo Juan Antonio Sánchez de la Torre hacía las delicias para con nuestros oídos interpretando al piano el concierto de Aranjuez , con motivo de las animadas noches de los Jueves en la Taberna ,en animada tertulia con el encargado y dueño del lugar, nuestro amigo Francisco Rosales, íbamos resaltando la importancia que tenía que el mismísimo presidente de los Estados Unidos hubiese tenido esa referencia para Córdoba, además en unos momentos tan interesantes por la candidatura de la Capitalidad cultural. Recordábamos la alusión que en su día otro presidente como Clinton hizo sobre los atardeceres en la vecina ciudad de Granada y la repercusión que aquel comentario tubo y como se aprovechó para dar un impulso importante en la actividad turística para aquella ciudad.
Recordé ante mis contertulios que estaba leyendo el libro «El médico de Córdoba» del autor Herbert Le Porrier, una maravillosa joya de la literatura y sin duda la mejor biografía de Maimónides. La historia transcurre en Córdoba en el siglo XII, capital califal de Al-Andalus, una ciudad de calles pavimentadas, de magníficos jardines y con una de las universidades más reputadas del mundo medieval. En ella convivían tres culturas, la árabe, la cristiana y la judía. Relata el libro los recuerdos de este médico, filósofo y teólogo y sobre todo sabio siendo una de las figuras esenciales de la historia del pensamiento. En el primer capítulo hace una descripción interesante de la Córdoba de la época. Contaba que hubo en Fez un coloquio muy importante que reunió a numerosos sabios del mundo conocido. El tema a tratar era designar la tierra más propicia para la dilatación del ánimo humano. La disputa fue áspera y duró varias decenas de días. Cada uno de los doctores argumentó al principio a favor de su país, luego de Grecia que, durante mucho rato, fue la favorita; pero Persia, el reino de Damasco, Samaria y las orillas del Jordán, el bajo Egipto, Provenza e incluso la villa de París guardaron sus posibilidades de victoria hasta el final. Pero fue Andalucía quien ganó la votación final, un lugar de armonía conjugada entre la naturaleza y el hombre y cuya perla era Córdoba.
La semana pasada Córdoba cogió un papel de relevancia y fue objeto, como la que yo tuve la noche del jueves pasado de conversación en muchos lugares y en muchos países, no perdamos la oportunidad de recordar el papel de Córdoba en la historia de la humanidad, una ciudad en el centro del mundo mundial.
FUENTE: http://www.abcdesevilla.es/
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