Francia y sus viticultores celebran el veto para mezclar vino tinto y blanco
El gobierno francés y los viticultores del país manifestaron hoy su satisfacción después de que la Comisión Europea haya anunciado que retira su proyecto para permitir la mezcla entre vino tinto y vino blanco para hacer rosado.
El ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, manifestó su satisfacción por esa marcha atrás de Bruselas, y en un comunicado de su departamento recordó que París había puesto de manifiesto su "oposición" al proyecto para poner fin al veto de la mezcla del vino tinto y el blanco.
Barnier añadió que también los profesionales franceses y los productores europeos de vino rosado "se han movilizado activamente desde hace varios meses para convencer a la Comisión de mantener la producción tradicional".
"Francia ocupa la plaza de primer productor mundial de vino rosado de calidad gracias a sus vinos rosados según un modo de maceración específico", subrayó el ministro francés.
Por su parte, la Asociación General de la Producción Vitícola de Francia (AGPV) manifestó "una gran satisfacción" tras la renuncia del Ejecutivo comunitario a sacar adelante su iniciativa de autorizar la mezcla de tinto y blanco, que a su juicio hubiera acarreado una "des-estructuración económica y social" del sector especializado en el vino rosado.
La AGPV puso el acento en que el vino rosado, que representa un 11-12% del total de la producción francesa, es el único que se beneficia de un aumento del consumo.
En los últimos ejercicios no sólo ha continuado la disminución de la demanda interna para los caldos franceses -una tendencia de fondo-, sino que también han caído las exportaciones.
La Comisión va a explicar hoy su cambio de posición a los representantes de los Veintisiete en un Comité de Gestión sobre Vinos.
Bruselas había argumentado que permitir la mezcla para todos los vinos era dar a los bodegueros europeos la posibilidad de utilizar en la elaboración de sus caldos métodos que ya emplean sus competidores. EFE
El ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, manifestó su satisfacción por esa marcha atrás de Bruselas, y en un comunicado de su departamento recordó que París había puesto de manifiesto su "oposición" al proyecto para poner fin al veto de la mezcla del vino tinto y el blanco.
Barnier añadió que también los profesionales franceses y los productores europeos de vino rosado "se han movilizado activamente desde hace varios meses para convencer a la Comisión de mantener la producción tradicional".
"Francia ocupa la plaza de primer productor mundial de vino rosado de calidad gracias a sus vinos rosados según un modo de maceración específico", subrayó el ministro francés.
Por su parte, la Asociación General de la Producción Vitícola de Francia (AGPV) manifestó "una gran satisfacción" tras la renuncia del Ejecutivo comunitario a sacar adelante su iniciativa de autorizar la mezcla de tinto y blanco, que a su juicio hubiera acarreado una "des-estructuración económica y social" del sector especializado en el vino rosado.
La AGPV puso el acento en que el vino rosado, que representa un 11-12% del total de la producción francesa, es el único que se beneficia de un aumento del consumo.
En los últimos ejercicios no sólo ha continuado la disminución de la demanda interna para los caldos franceses -una tendencia de fondo-, sino que también han caído las exportaciones.
La Comisión va a explicar hoy su cambio de posición a los representantes de los Veintisiete en un Comité de Gestión sobre Vinos.
Bruselas había argumentado que permitir la mezcla para todos los vinos era dar a los bodegueros europeos la posibilidad de utilizar en la elaboración de sus caldos métodos que ya emplean sus competidores. EFE
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