Desastres naturales causan cerca de US$7 mil millones en pérdidas materiales al año

Cerca de US$7 mil millones en pérdidas materiales y un promedio de 4,5 millones de personas afectadas provocan los desastres naturales en América Latina y el Caribe al año, según el estudio “Impacto económico de los desastres: Evidencia a partir de las evaluaciones de CEPAL en América Latina y el Caribe”, que realiza la Unidad de Evaluación de Desastres de la Comisión.

El análisis del impacto de terremotos, huracanes, lluvias, inundaciones, sequías y erupciones, en términos de daños y pérdidas, permite estimar el efecto de los desastres sobre el crecimiento económico, las condiciones de vida de la población y el medioambiente. Estas amenazas se han complicado en un mundo globalizado, al sumarse a ellas ahora desastres sanitarios como la pandemia de la influenza AH1N1, que la CEPAL ha evaluado en el caso de México a pedido de ese país.

“Gracias a la cuantificación que hacemos y la toma de conciencia de las autoridades respecto a que hay un impacto económico que debe considerarse, los países de la región han mejorado sus capacidades para enfrentar las amenazas derivadas de eventos naturales extremos de todo tipo,” señaló el Asesor Regional de la Unidad, Ricardo Zapata.

Los estudios abarcan el impacto en la agricultura, la industria, sectores sociales, vivienda, carreteras, telecomunicaciones y el patrimonio ambiental, empleando una metodología que analiza la brecha entre lo que había y lo que se destruyó.

“Es posible que por un evento natural, un porcentaje de la población pierda ingresos y caiga bajo los niveles de pobreza”, precisó Zapata. Para la CEPAL, los desastres no sólo deben considerarse como eventos que requieren de una pronta asistencia humanitaria, sino también como un factor que incide negativamente en el potencial desarrollo y sustentabilidad de los países, ya que ocupa recursos que en otras circunstancias podrían destinarse a cerrar las brechas de desarrollo existentes antes del desastre.

El experto explicó que el monto de recursos que requiere un país para reconstruir lo que el evento natural destruyó se calcula mediante una metodología de evaluación socioeconómica del impacto de fenómenos naturales, que la CEPAL ha venido aplicando desde hace 35 años.

“Además del costo de la reconstrucción o reparación, hay una pérdida de flujos en los circuitos económicos: producción, empleos, ingresos”, indicó.

Medir las consecuencias en el medioambiente también resulta crucial para aquellos países pequeños y con economías vulnerables que son altamente dependientes de sus recursos naturales o de actividades en que la naturaleza es clave, como el turismo.

Las evaluaciones han permitido, adicionalmente, un acercamiento a la cuantificación de los impactos vinculados al cambio climático. “Así se pueden dimensionar los costos de adaptación que deberán cubrir los países para afrontar los potenciales efectos de este fenómeno”, señaló Zapata.

Con evidencias del costo económico de los desastres naturales, los países pueden considerar medidas de protección financiera o de reducción del riesgo, diseñando instrumentos de planificación o fondos especiales de compensación o asistencia post-desastre, según Zapata.

Para CEPAL, la gestión del riesgo y la adaptación a riesgos crecientes es parte de lo que debe ser la estrategia de desarrollo de los países en la región. “Un plan de desarrollo integral, equitativo y participativo debe ser sustentable no sólo en el sentido de cuidar el patrimonio natural, sino también de evitar las pérdidas que de manera recurrente se generan con los desastres y que se han venido incrementando en las últimas décadas”, agregó Zapata.

FUENTE. Notas de la CEPAL Nº62

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