España: El 47.º Festival Internacional de Cine de Gijón acercó ayer «Los oficios del cine» a unos 450 alumnos de ocho centros educativos
Langreo, L. M. D.
El 47.º Festival Internacional de Cine de Gijón acercó ayer «Los oficios del cine» a unos 450 alumnos de ocho centros educativos de Langreo y San Martín del Rey Aurelio. Los jóvenes pudieron participar del visionado del documental norteamericano «Zombie girl» y asistir a la charla de un joven cineasta asturiano, Rubén Ordieres, director del cortometraje «Viejos perdedores», que participa en la sección oficial de cortos del festival.
Ante una audiencia entregada y bastante ruidosa, Ordieres, gijonés de tan sólo 28 años, explicó cómo empezó a relacionarse con el mundo del cine. El ganador del premio Nuevos Realizadores del Principado comenzó la charla bromeando y afirmando que su afición por el cine se debía a que «era muy malo jugando al fútbol», por lo que «acabé sentándome y viendo muchas películas». Tras estudiar informática, entró en la Escuela de Cine de Madrid. Autor de varios guiones para cortometrajes, Ordieres recomendó a su joven audiencia que, en caso de querer dedicarse a este oficio, lo mejor «es ir escribiendo de las cosas que se conocen». Éste es el caso de su corto «Viejos perdedores», que cuenta la historia de un boxeador de tercera fila que, a sus 40 años, tendrá una nueva pelea. Tal y como recordó en tono de broma el presentador del acto, José Antonio Vega, el joven director «practica boxeo desde los 20 años, así que no se os ocurra criticar mucho el corto».
Lo que dejó bien claro Rubén Ordieres en su charla es que si bien en la calle, al hablar de una película, siempre se habla de su director o de los actores principales, lo cierto es que el cine «es el trabajo de un equipo muy amplio». En «Viejos perdedores» contó con un equipo técnico de unas 40 personas, a las que hubo que añadir las aproximadamente 50 personas que aparecen en una parte de sus 12 minutos de duración. «Pese a que ver un corto no lleve mucho tiempo», apuntó el joven director, «para llevarlo a cabo hay que trabajar un año o más», un tiempo «que es bastante más largo en una película».
Tras la charla, los alumnos asistieron a la proyección de «Zombie girl», una de las películas -en este caso es un documental- del ciclo «Enfants terribles» que el festival programa para estimular el interés de los jóvenes por el cine. «Zombie girl» muestra el proceso de grabación de una película, «Patógeno», dirigida por Emily Hagins, una niña de 12 años admiradora del cineasta Peter Jackson («El señor de los anillos») y de sus primeras cintas de carácter «gore», con abundancia de sangre, vísceras y humor macabro. Junto a sus compañeros de colegio, sus padres y sus vecinos la joven acaba haciendo realidad su película de zombies.
fuente: http://www.lne.es
El 47.º Festival Internacional de Cine de Gijón acercó ayer «Los oficios del cine» a unos 450 alumnos de ocho centros educativos de Langreo y San Martín del Rey Aurelio. Los jóvenes pudieron participar del visionado del documental norteamericano «Zombie girl» y asistir a la charla de un joven cineasta asturiano, Rubén Ordieres, director del cortometraje «Viejos perdedores», que participa en la sección oficial de cortos del festival.
Ante una audiencia entregada y bastante ruidosa, Ordieres, gijonés de tan sólo 28 años, explicó cómo empezó a relacionarse con el mundo del cine. El ganador del premio Nuevos Realizadores del Principado comenzó la charla bromeando y afirmando que su afición por el cine se debía a que «era muy malo jugando al fútbol», por lo que «acabé sentándome y viendo muchas películas». Tras estudiar informática, entró en la Escuela de Cine de Madrid. Autor de varios guiones para cortometrajes, Ordieres recomendó a su joven audiencia que, en caso de querer dedicarse a este oficio, lo mejor «es ir escribiendo de las cosas que se conocen». Éste es el caso de su corto «Viejos perdedores», que cuenta la historia de un boxeador de tercera fila que, a sus 40 años, tendrá una nueva pelea. Tal y como recordó en tono de broma el presentador del acto, José Antonio Vega, el joven director «practica boxeo desde los 20 años, así que no se os ocurra criticar mucho el corto».
Lo que dejó bien claro Rubén Ordieres en su charla es que si bien en la calle, al hablar de una película, siempre se habla de su director o de los actores principales, lo cierto es que el cine «es el trabajo de un equipo muy amplio». En «Viejos perdedores» contó con un equipo técnico de unas 40 personas, a las que hubo que añadir las aproximadamente 50 personas que aparecen en una parte de sus 12 minutos de duración. «Pese a que ver un corto no lleve mucho tiempo», apuntó el joven director, «para llevarlo a cabo hay que trabajar un año o más», un tiempo «que es bastante más largo en una película».
Tras la charla, los alumnos asistieron a la proyección de «Zombie girl», una de las películas -en este caso es un documental- del ciclo «Enfants terribles» que el festival programa para estimular el interés de los jóvenes por el cine. «Zombie girl» muestra el proceso de grabación de una película, «Patógeno», dirigida por Emily Hagins, una niña de 12 años admiradora del cineasta Peter Jackson («El señor de los anillos») y de sus primeras cintas de carácter «gore», con abundancia de sangre, vísceras y humor macabro. Junto a sus compañeros de colegio, sus padres y sus vecinos la joven acaba haciendo realidad su película de zombies.
fuente: http://www.lne.es
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