Farmacias no tendrán que postular a concesiones de servicio público para funcionar
La Comisión de Salud del Senado descartó que las farmacias, droguerías o laboratorios de productos farmacéuticos tengan la obligación de contar con una concesión de servicio público para instalarse o funcionar, como lo establecía el proyecto que modifica el Código Sanitario en materia de regulación de farmacias, que entre otras medidas prohíbe la integración vertical entre aquellas y los laboratorios.
Esto, en el marco del estudio de esa moción y de otras dos que buscan regular los incentivos comerciales a la venta de medicamentos que se expenden bajo receta médica y que establece un precio fijo de venta para los productos farmacéuticos que componen el Formulario Nacional.
Según explicó el presidente de la Comisión de Salud, senador Mariano Ruiz-Esquide, la instancia está analizando cada una de esas iniciativas en conjunto con una propuesta del Ejecutivo, a objeto de ir construyendo un texto definitivo que contenga las principales ideas de esos proyectos.
De esa forma, la instancia descartó lo relativo a la concesión de servicio público, cuya constitucionalidad había sido cuestionada por los representantes de la industria, y aprobó reforzar el criterio de que los precios de los medicamentos deben ser informados y estar a disposición de los clientes.
"Estamos trabajando sobre la base de tres proyectos y una propuesta del Ejecutivo, con el objeto de corregir algunos puntos que nos parecen esenciales en el manejo de las farmacias, porque hay que entender que la venta de medicamentos no es un tema comercial cualquiera, pues está relacionado con un tema de salud y por tanto la libre competencia y los códigos habituales en el comercio tienen que ser modificados", explicó el senador Ruiz-Esquide.
REGULACIÓN NECESARIA
El parlamentario manifestó que también se está viendo la posibilidad de evitar que haya una presión indebida de las entidades que venden medicamentos, a través de prácticas como la denominada "canela" donde se entregan incentivos económicos en virtud de la venta de los productos de un determinado laboratorio.
"Tenemos que precisar que las farmacias, los almacenes farmacéuticos o las droguerías, deben tener una norma común para la manera en que debe controlarse esa venta y que se entregue lo que corresponde. Debemos insistir hasta la saciedad que hacer medicina, hacer salud, vender medicamentos y entregar los que corresponden, es un tema mucho más serio que estar vendiendo chapitas en la esquina", advirtió el senador Ruiz-Esquide.
En tal sentido, señaló que existe una propuesta que presentó junto a la senadora Soledad Alvear para que existan químicos farmacéuticos en las farmacias que tengan 500 boletas expedidas. No obstante, manifestó que se debe seguir discutiendo el tema, pues no se quiere perjudicar a las farmacias más pequeñas "porque estamos tratando de evitar la conglomeración y que terminemos con 3 o 4 cadenas grandes, en desmedro de las pequeñas".
Al respecto el senador Carlos Kuschel, integrante de la citada instancia, manifestó que "el tema es complicado porque se están proponiendo distintas formas de regulación y control de las farmacias y a veces el remedio es peor que la enfermedad".
Señaló que si bien "la idea de que no haya solamente una persona vendiendo es muy interesante, pero puede haber una dificultad para establecer un volumen de venta. Además, está el problema de los pequeños depósitos de medicamentos. Temo que este proyecto así como está pueda concentrar aún más el negocio de las farmacias en Chile, porque hay muchas dificultades que las pueden superar solamente tres o cuatro grandes cadenas".
En tanto, el senador Jorge Arancibia, quien también integra la Comisión de Salud, señaló que "en general estamos manteniendo las normas y aspectos del Código Sanitario que en un momento de ofuscación como fue el que se produjo con la colusión de farmacias -aparente porque todavía no se ha zanjado el tema- habría inducido a tratar de buscar formulas para que esto fuera más drástico. Hemos estado madurando el tema y viendo los impactos colaterales que pudiera tener una drasticidad en ciertos aspectos específicos".
Esto, en el marco del estudio de esa moción y de otras dos que buscan regular los incentivos comerciales a la venta de medicamentos que se expenden bajo receta médica y que establece un precio fijo de venta para los productos farmacéuticos que componen el Formulario Nacional.
Según explicó el presidente de la Comisión de Salud, senador Mariano Ruiz-Esquide, la instancia está analizando cada una de esas iniciativas en conjunto con una propuesta del Ejecutivo, a objeto de ir construyendo un texto definitivo que contenga las principales ideas de esos proyectos.
De esa forma, la instancia descartó lo relativo a la concesión de servicio público, cuya constitucionalidad había sido cuestionada por los representantes de la industria, y aprobó reforzar el criterio de que los precios de los medicamentos deben ser informados y estar a disposición de los clientes.
"Estamos trabajando sobre la base de tres proyectos y una propuesta del Ejecutivo, con el objeto de corregir algunos puntos que nos parecen esenciales en el manejo de las farmacias, porque hay que entender que la venta de medicamentos no es un tema comercial cualquiera, pues está relacionado con un tema de salud y por tanto la libre competencia y los códigos habituales en el comercio tienen que ser modificados", explicó el senador Ruiz-Esquide.
REGULACIÓN NECESARIA
El parlamentario manifestó que también se está viendo la posibilidad de evitar que haya una presión indebida de las entidades que venden medicamentos, a través de prácticas como la denominada "canela" donde se entregan incentivos económicos en virtud de la venta de los productos de un determinado laboratorio.
"Tenemos que precisar que las farmacias, los almacenes farmacéuticos o las droguerías, deben tener una norma común para la manera en que debe controlarse esa venta y que se entregue lo que corresponde. Debemos insistir hasta la saciedad que hacer medicina, hacer salud, vender medicamentos y entregar los que corresponden, es un tema mucho más serio que estar vendiendo chapitas en la esquina", advirtió el senador Ruiz-Esquide.
En tal sentido, señaló que existe una propuesta que presentó junto a la senadora Soledad Alvear para que existan químicos farmacéuticos en las farmacias que tengan 500 boletas expedidas. No obstante, manifestó que se debe seguir discutiendo el tema, pues no se quiere perjudicar a las farmacias más pequeñas "porque estamos tratando de evitar la conglomeración y que terminemos con 3 o 4 cadenas grandes, en desmedro de las pequeñas".
Al respecto el senador Carlos Kuschel, integrante de la citada instancia, manifestó que "el tema es complicado porque se están proponiendo distintas formas de regulación y control de las farmacias y a veces el remedio es peor que la enfermedad".
Señaló que si bien "la idea de que no haya solamente una persona vendiendo es muy interesante, pero puede haber una dificultad para establecer un volumen de venta. Además, está el problema de los pequeños depósitos de medicamentos. Temo que este proyecto así como está pueda concentrar aún más el negocio de las farmacias en Chile, porque hay muchas dificultades que las pueden superar solamente tres o cuatro grandes cadenas".
En tanto, el senador Jorge Arancibia, quien también integra la Comisión de Salud, señaló que "en general estamos manteniendo las normas y aspectos del Código Sanitario que en un momento de ofuscación como fue el que se produjo con la colusión de farmacias -aparente porque todavía no se ha zanjado el tema- habría inducido a tratar de buscar formulas para que esto fuera más drástico. Hemos estado madurando el tema y viendo los impactos colaterales que pudiera tener una drasticidad en ciertos aspectos específicos".
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